Hacedores de velas como hobby desde 1999, en el año 2016 a la par de transitar un proceso de cambio de hábitos por productos más naturales y ecológicos,  decidimos investigar qué tanto se ajustaban las velas que utilizábamos a éstos valores.

Investigamos el origen y propiedades de los productos normalmente utilizados para la creación de velas, como la parafina que es un subproducto del petróleo tratado químicamente, la estearina (generalmente de origen animal) para que sean más duras y prolongar el tiempo de quemado, los aditivos plásticos endurecedores, los colorantes para hacerlas más atractivas, y las fragancias sintéticas muchas veces nocivas para la salud y clásicos generadores de todo tipo de alergias. Además de creer que es la mejor opción para nuestra salud, también pensamos en el medio ambiente, y por esta razón no utilizamos aceites hidrogenados (cera de soja). De allí la alternativa se nos presentó clarísima.

 

Optamos por un material que nos brindara la naturaleza y que al utilizarlo le hagamos bien al medio ambiente, completando el círculo: nos enamoramos de la opción más natural, biodegradable y amable con el medio ambiente: la cera de abejas. No sólo tiene muchos beneficios en sí misma y por ende, muchos usos, sino que prender una vela de cera de abejas es apostar a un mundo con menos pesticidas, con más flores, con más abejas y en definitiva, con más vida.

Las velas de cera de abeja fueron utilizadas desde hace miles de años: tienen mayor duración, un quemado más limpio, no emiten hollín ni químicos perjudiciales para la salud, además de brindar un aroma natural suave y dulce como la miel. Las hay de variados colores, desde blanco hasta marrón oscuro, ya que depende de las flores que visiten las abejas. Aún tratándose de un producto muy costoso, por todo lo mencionado decidimos apostar de todas maneras: la salud y el medio ambiente son la mejor inversión.

 

Para las velas perfumadas utilizamos solamente aceites esenciales puros de la más alta calidad, para evitar además posibles alergias, dolores de cabeza que muchas veces traen los productos con fragancias sintéticas.

 

Decidimos generar el mayor impacto socio económico posible con este proyecto apostando a la Industria Nacional tejiendo redes con apicultores locales y para el resto de los insumos, en cuanto nos sea posible, recipientes, mechas y accesorios, generando así también la menor huella de carbono posible.

Hoy orgullosamente podemos decir que trabajamos con apicultores de distintas partes del país, seleccionando la mejor cera posible y realizando cada modelo para que sea lo más eficiente posible, brindando la mayor cantidad de horas de luz y aprovechando al máximo nuestra materia prima.

 

El planeta tal como lo conocemos está sufriendo debido al calentamiento global y la mano del hombre ha hecho mucho para contribuir. Los monocultivos destruyen los hábitats naturales de la fauna y flora nativa, y de las abejas entre ellas, sumado a los nocivos pesticidas que no sólo las afectan a ellas sino también a nosotros. Es por esta razón que creemos que utilizando la cera de abejas contribuimos no sólo a que prendas en tu hogar algo puro y natural, sino también a incentivar el trabajo de los apicultores locales, intentando seleccionar aquéllos con las prácticas más ecológicas, naturales y sustentables, y de esta manera, también crear más conciencia sobre la importancia de que cada pequeña decisión de nuestras vidas puede afectar al medio ambiente.

Esperamos que Beelight sea el granito de arena que soñamos.